Las doce obras que se enmarcan en esta última sala de la muestra son parte de los proyectos premiados en Expositivos 21, 22 y 23. Cada una de ellas es un fragmento aislado de un cuerpo de trabajo mucho mayor que, gracias al reconocimiento del jurado y al apoyo de esta plataforma, ha logrado evolucionar y ocupar un lugar destacado en el Palacín de León. En este sentido, acompañando a las mismas en mesas vitrina, se incluye un pequeño diario de a bordo con todo lo que ha supuesto y significado llegar hasta aquí. Es un recorrido visual a lo largo de cuatro ediciones consecutivas, para poder indagar en el ‘detrás de escena’. Este registro permite entrever los desafíos, aprendizajes y transformaciones que, fuera del escenario principal, han ido acompañando cada una de las exposiciones: la dedicación de artistas y comisarios para llegar a una meta común, las reuniones y momentos de reflexión, desde la concepción inicial y la postproducción de los archivos fotográficos hasta el montaje final.